Etiquetas

domingo, 10 de enero de 2016

EL MANICOMIO

Todo el mundo decía que aquel lugar estaba encantado por algo. Algunas personas decían que estaba el alma de los locos con sed de sangre, otros decían que los científicos habían realizado experimentos con ellos y se convertían en otros seres. Yo me decidí a entrar ya que no me creía las historias, cuando entré, las puertas se cerraron solas, decidí investigar a ver que que había. De repente vi a una persona corriendo hacía mí, me abrazo y de repente me desmayé, sigo sin saber que hicieron con mi cuerpo ese tiempo... Al despertarme un hombre alto y con la cara deformada me preguntó si me quería quedar a vivir con ellos, yo asustado acepté con temor, ya que si rechazaba no sé qué me harían. Desde entonces tengo una habitación y todos los días tenemos carne fresca, aunque cada día falta más gente en la mesa.
                                                 Denis Sandru




La flecha de la discordia

Hace mucho tiempo, cuando tenía 27, tuve el placer de conocer a una mujer llamada Nadia.
Posteriormente, descubrí que se trataba de mi mayor enemiga con la que tantos enfrentamientos tuve a los 14 años. Yo no daba crédito a mis ojos ; pero al parecer, no era el único porque ella también me recordaba.
La memoria fue precisamente lo que nos unió; y ambos le estaremos agradecidos eternamente.
Mi profesión es la carpintería; así que para el día de nuestro aniversario tenía intención de elaborar una flecha “de Cupido”, que representa nuestro amor; ya que no hemos necesitado la ayuda de este dios mitológico para enamorarnos.
Yo estaba loco por ella, pero no creo que esa sea la razón por la cuál todo es oscuro, no puedo moverme y lo único que siento ahora es algo clavado en mi corazón.

                                                                   Natalia Galván

UN HOMBRE MISTERIOSO

Una joven que cuidaba niños en una casa antigua. Los niños estaban durmiendo y ella estaba comprobando que los niños si están durmiendo. Luego bajó a ver la televisión. Viente minutos han pasado cuando sonó el teléfono. Oyó una risa y colgó. Unos minutos más tarde sonó el teléfono otra vez con una voz de un hombre, diciendo,”¿Has vigilado a los niños?”. La niñera preguntó quién era, pero él sólo se reía y colgó. La niñera estaba muy asustada y sube rápidamente las escaleras para ver a los niños otra vez. Pero cuando llegó vio la sangre que salía por la puerta.

                                                                                                                          Mary Joy Flores

La pureza del amor

Pasan los días, y sigo con esa extraña sensación de estar siendo devorada poco a poco. Ya no sé ni cuantos diás llevo sintiendo esto, lo único que recuerdo es que empecé a notar esta angustia el día de mi boda, en el castillo de Braun. Qué día más feliz pasé rodeada de mi familia, mi marido y la corte real. Aunque a partir de la ceremonia ya no recuerdo nada más, ni siquiera sé dónde estoy. Miro a mi alrededor y solo veo gente desconocida, visten ropas muy extrañas, no hay castillas, solo casas que tocan el cielo y raros artefactos donde la gente se mueve a mucha velocidad. Todo es frenético. Cuando cae la noche la ciudad se ilumina, pero ese fuego no quema. Me siento tan sola, tan perdida la noción del tiempo. Ahora me limito a sentarme y a observar a la gente que pasa. Le pregunto a todo el mundo si lo ha visto, pero me ignoran. ¡Dios lo acabo de ver, es él!, pero está tan cambiado. Grito su nombre, me mira, me acerco a él, me lanzo a sus brazos pero no me reconoce. Me aparta delicadamente y me mira con una mezcla de ternura y desconcierto. Al tocarle lo vi claro, todas las imagenes volvieron a mi memoria. El día de mi boda, hubo un accidente, recuerdo llorar a mi marido desconsoladamente sobre mi tumba. Sé lo que tengo que hacer. Hay una chioca a su lado, toma su mano y me mira con compasión, supongo que será su mujer. Esta claro, no se en que época estoy pero me gusta. Sé que tengo que volver a nacer para estar junto a él. No seré su mujer pero tendré el honor de ser su hija y estar con él para siempre. Porque no hay mayor historia de horror, que aquel que estando muerto, sigue muriendo de amor.

                                                                 María Espinar


EN CONSTRUCCIÓN

En un pueblo de personas humildes, había un grupo de niños que se iban a jugar a un edificio en construcción, la obra ahora estaba parada. Un día se empezó a correr un rumor, el rumor era sobre nosotros, decían que en este edificio se encontraban fantasmas de niños con cuchillos clavados a lo largo de los cuerpos, pero nosotros éramos inofensivos, los cuchillos aquel día nos cayeron por accidente.

                                   Juanjo Rico